Felícitas lavaba y planchaba ajeno para sobrevivir; a sus 78 años fue decapitada en Nanchital

Nanchital, Ver. – En una humilde vivienda de tres por tres metros, en la colonia Nuestra Señora del Carmen de Nanchital, donde vivió más de cuarenta años, este miércoles Felícitas Sulvarán es velada por familiares y vecinos. La señora de 78 años, fue brutalmente atacada y decapitada a escasos metros de su domicilio, la mañana del martes por un sujeto identificado como Felipe, su vecino. 

El crimen ha conmocionado a los vecinos de dicha colonia, quienes conocían a la adulta mayor, y la recuerdan como una persona amable, humilde y gran corazón, por ello, no dudan en reclamar al destino, por la forma tan brutal en que fue asesinada.

“Amiga, vecina, porque tuviste que morir así”, exclama la señora Rosa Ramírez, vecina de Felícitas, mientras llega el cuerpo de la señora, dentro del ataúd de madera.

La mañana del martes, la mujer de 77 años fue golpeada y decapitada en plena calle, a escasos metros de su vivienda. Felipe, un vecino identificado con el apodo de “plata”, quien presuntamente tiene desórdenes mentales, la vio salir, la siguió y llegó por la espalda para golpearla y luego decapitarla…

“Ayer me hablo y me dice mi sobrina, no vayas Rosy, porque plata anda mariguano y mató a Lichita. cuando me dijo eso yo no pude contenerme y dije: cómo va a ser, pero ya estaba tirada, fue muy tarde”, lamenta.

Familiares y vecinos que atestiguaron el incidente aún no dan crédito a lo ocurrido… persiguieron y atraparon al sujeto en su casa, para luego entregarlo a las autoridades.

“Sí, dicen que padece de sus facultades mentales, pero no está loco porque sabe lo que hizo y se fue a esconder a su casa, sabe lo que hizo. ya cortarle la cabeza a una persona, es más que loco”, menciona Víctor Sulvarán, sobrino de la víctima.

Felícitas lavaba y planchaba ropa ajena para sobrevivir

Su vivienda esta dentro de un pequeño terreno a desnivel, una casa de concreto y laminas como techo, que denotan la humildad en la que vivía. En ese pequeño cuarto cocinaba, barría y dormía, con el aire que entraba por las ventanas sin cristales.

Afuera, en el patio, están su perrito y un periquito, sus compañeros desde hace varios años, toda vez que Felícitas, nunca se casó ni tuvo hijos.

“Ella se dedicaba a planchar y lavar ajeno, con eso sobrevivía, nosotros cuando podíamos la ayudábamos, porque era muy buena vecina, siempre sonreía y no se cansaba de nada”, señala otra de sus vecinas llorando.

Incrédulos, no comprenden porque Felipe la asesinó de esta manera tan cruel, argumentando que ella nunca se metía con nadie.

“Lichita, está ahí muerta y no se vale. Así le decíamos de cariño”, exclama Rosa.

*Felipe tenía antecedentes agresivos y no fue detenido*

Felipe también vivía en la misma colonia, hoy está detenido y es procesado por el delito de homicidio.

Los vecinos afirman que el homicida tenía antecedentes de violencia y que, a pesar de que alertaron a las autoridades y les dijeron que el sujeto estaba mal de sus facultades mentales, no hicieron nada.

“ES terrible esto, nosotros varias veces le dijimos a la policía porque era muy agresivo, sobre todo con las mujeres, pero según porque estaba enfermo no lo detenían, y mire ahora joven, mató a Lichita y fue muy feo, ahora nos lamentamos”, expresa la señora Rosario.

Entre los vecinos hay temor, toda vez que -Felipe vivía con su hermano, otro sujeto de actitud agresiva, por ello, piden la intervención de las autoridades estatales, primero para que Felipe no quede en libertad y segundo para que se refuerce la vigilancia en este sector.

“Claro que tenemos miedo, por nuestras hijas e hijos, imagínese que les quieran hacer lo mismo que a la señora”, dice la señora Lourdes.

La gobernadora Rocío Nahle García, informó que ya se tiene conocimiento de este crimen, que es investigado como homicidio, confirmando la detención del responsable.

En tanto Felícitas será sepultad la mañana de este jueves 29 de mayo, en medio de un ambiente de coraje e impotencia de parte de sus hermanos, sobrinos y vecinos.

“Justicia y que no salga ese cabrón”, dice don Francisco Sulvarán, hermano de la fallecida.